12/12/2006

Formas del arte

Estoy pensando, todo lo que este calor afro di síaco me lo permite en esta tarde de remate de año, en lo que puedan llegar a significar, de aquí a un tiempo, estas escrituras electromediáticas. Y las lecturas que puedan llegar a propiciar. Desque tengo la internet en casa he venido observando un cambio (no me dejen por favor incurrir en ese adjetivo fonéticamente abyecto de PAULATINO, diría Jorge Luis), un cambio, decía, como en el orden del metabolismo de la cosa. Sus correlatos orgánicos, somáticos, los procesos físicos implicados en la circulación de los símbolos, lo cual implica, a su vez, todo un orden en la esfera de nuestra cultura.
Ya no me asisten tantos papelitos, poco a poco voy confiando mis trabajos a la pizarra virtual, sin mediaciones pasteras y, lo que me parece todavía mejor, a la composición mental, memórica, de la palabra estética. Por ejemplo, desde hace unas semanas tengo un poema escrito en la memoria y coqueteo con él sin haber trazado todavía un surco fuera, porque la dinámica de los blogs o escritorios "virtuales" me ha entrenado en el arte de prescindir de la materia objetual si bien sé que en un momento va a terminar aquí, en este suplemento intelectual en proceso de naturalización que es la red. Pero, a ver, vayamos de a poco.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y si fer.. no quedo otra que evolucionar del papel a los cables... genera nostaligia en algunos (acostumbrados a la hoja), pero a la vez curiosidad... dale adelante con el blog y con lo del poema mio te lo voy a mandar arreglado porq ese tenia errores. Un Abrazo

Pablo Fango dijo...

dale fernando ! junto unos chelines y me mando , si voy con maquinas , es decir un minidisk y disparola secuencia.
no entendi mucho lo del pasaje eso de dividir igual todo biewn! noes guita eso para conocer un ugar an bello ( mendoza no?)
bueno explicame mejor :al mail,
yohn_x@yahoo.com
abrazo
j

marlboroblog dijo...

jajaja, santa fe john, tas perdido

Anónimo dijo...

Este posteo quedó colgado, no sé si lo podré recuperar ni sostener su tesis presuntuosa. Pero lo que quería decir es que ojalá no, ojalá que no se terminen los libros impresos. Ahora me acuerdo de un ejemplar de Las flores del mal encuadernado en plástico azul que casi se me pudrió por falta de aire en la biblioteca. Qué feo serían todos los libros de naylon...