2/17/2006

Anís estrellado

aprovecho este recreo laboral para acercarme al cyber y comentar cositas que me anduvieron rondando anoche, antes de dormir. ovejitas de humo de pucho no pararon de contarme hasta caer rendidas. qué responsabilidad por dios reportar las instancias de una desintoxicación personal, no sólo porque se trata de una cosa muy íntima sino también porque soy consciente del impacto que puede tener en otras personas en situación similar. en pocas palabras, luego del primer bombazo de entusiasmo (pechito fresco, pulmones desacartonándose) vino el primer precipicio. me fumé. me fumé un atado de diez entre las ocho de la tarde y las doce de la noche. ah!, qué tristeza al otro día. la casa se me antojó inundada por una atmósfera gris de connotaciones cancerígenas. debo agregar una segunda confesión, y es que entre las causas de mi decisión de dejar de fumar está en primer lugar la del cagazo que me pegó un dolor lateral izquierdo, en el vientre, un poquito más arriba de la ingle. era un dolor como de puntazo. fui corriendo al médico. elegí inconscientemente al padre de un amigo y luego, no menos intempestivamente, me arrepentí, porque se me antojó que al momento de examinar los resultados de mis análisis que reportarían mi tan temido como esperado cancer de colon, el doctor Pepe, papá de D.A. se las vería en figurillas? para transmitirme la funesta noticia. es una responsabilidad muy grande la que le estoy encomendando, pensé. y si de esta manera, lo obligo por compasión, a mentir? y si yo, luego de enterarme, decidiera, como sé que a muchos les da por decidir, ocultar mi dolencia para no desestabilizar a los seres queridos, a mi hijo, a mis padres, a mis amigos, y hasta a mi ex mujer que se quedaría pensando en el recorte de la dieta alimentaria? con un argumento tan oncológico cuanlquiera puede especular con quedar libre de deudas. pero la cuestión es que los análisis dieron todos bien, que el dolorcito lateral se disolvió como un cubito en un mate gracias a un paquete de aniz estrellado que me regaló mi amiga Silvia. ella que tanto sabe de gastronomía como de mis afecciones hipocondríacas, enseguida se dió cuenta que eran pedos. el problema, le comentaba recién a una colega, es que estimularse repercute no sólo en el cuerpo, sino también en los nervios. y si bien la imaginación de un mal no nos mata, sí nos desestabiliza la puta vida el imaginar con desesperación lo pronto y horrible que será nuestra muerte.
vuelvo al trabajo. no me olviden que pronto continuamos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno que lo liberaste!!!! Ya estaba seca de probar y probar y nada. me gusta así, let it be! let it be a beattle.
como te contaba, el I Ching me recomienda calma, calma chicha, 'tate quieta, el lago. y te quería decir que a mi también me atendió el padre de tu amigo, también tenía pedos, se ve que se especializa en eso, y me dijo: usted es muy nerviosa m'hijita. Ya hace años de esto y todavía lo escucho, como un moscardón. Y el I Ching me dice lo mismo, ahora. dentro, firmeza y fuerza. fuera, suavidad y dulzura. será que soy bruta, que no entiendo? me extraña, araña, que siendo mosca no me conozcas.
Mañana estamos invitados a la costa, a la muestra del pintor panadero, vamos todos, el negro, los F. Venite, Benitez no.
Besos, Kant(ia)

Anónimo dijo...

La otra vez yo también fui a un médico (por primera después de veinte años de ser atendido exclusivamente por mi pediatra de la infancia y amigo de la familia) y me dijo que tenía que subir 10 kilos para estar en lo que podría considerar "mi peso normal". Le dije que todo bien siempre y cuando no perdiera la figura gallarda que creo (y quizás esto no sea tan así) mantener. Así que estoy tomando vitaminas y una leche en polvo sumamente desagradable, tanto al gusto como al tacto de la lengua, el paladar, y la parte superior de la garganta... Hoy terminé el primer frasco.

Ah, tambien parece que estoy tomando demasiado. Pero todavía no he encontrado motivo válido para abandonar tan bello vicio.

Beso.

marlboroblog dijo...

bello vicio el de beber, y más que bello, sublime, porque es sin razón, un gesto de so(r)berbia vanidad. que ganas de tomarme un iguazú dorado cayendo sobre mí, a lo coca sarli. buena bloggers!

Anónimo dijo...

Bueno, bueno... qué preguntas marlboro! no sé si seré capaz de imaginar respuesta, pero podría tomar la posta con otra pregunta del estilo: cuánto del amor suple el trabajo? la pasión por el trabajo? será que la in-quietud es buena consejera y compañera de juergas?
del bello vicio, ni hablar, tuve un traspiés el sábado y se me manchó el pantalón. no, no, no me me abandonaron mis esfínteres, sólo que me chorreé todo el pataloncito blanco, un básico del verano, con un néctar no dorado sino bordeaux. Una cascada de perlitas borravino, sí, de la borra del vino... estábamos en el pasto como "Le déjeuner sur l´herbe"
encontré una frase de Baudelaire:"Nadie tiene el oído al viento que soplará mañana"
y mañana es lunes...
la flâneuse