oración por los hombres separados

esperando el cole en una esquina desolada, y ahora no sé si esto es efecto retroactivo de lo que supe después, un muchacho conocido con la sien mucho más plateada de canas, la barba rala y con unos granitos.
me separé de X.
el pelo revuelto, aplastado en la coronilla por la almohada, por las largas horas frente a la tele, dormí todo el domingo, puse videos y me quedé asi todo el dia, con la perra tirada encima. la ropa por demás ajada y con olor a encierro.
señor ten piedad de los hombres solos, o, mejor dicho, de los desolados de sus mujeres, los aventados, los que quedaron con el culo mirando al norte, los que tuvieron su primavera cama adentro y ya no la van a poder rescatar porque no prende de gajo.
dónde se van todas las mujeres de estos varones,
dónde, las parejas que nos dejan en una esquina sin plata para el remis.
dónde caigo ahora a comer si me agarraron las cuatro de la tarde pasandole lavandina a los hongos de la pared,
cuando lo que en realidad me había propuesto era ventilar los zapatos.
para colmo me refrié, porque se fue yendo el sol y los vidrios de pusieron helados,
mis cinco de la tarde heladas, no quiero pensar la noche
la televisión puesta a todo pedo para no escuchar sus pasos en la escalera,
el susurro de la carta que furtivamente nos vino a pasar por abajo de la puerta...