5/22/2007

Acerca de "Pendejos" de Reynaldo Sietecase


"Qué cosa hay más horrible, más funesta y repugnante que el asesinato de una criatura humana? De ahí que las más severas leyes protejan nuestras vidas; de ahí que las guerras sean objeto de execración. Y, sin embargo, la tradición de Roma concibió la manera de autorizar el asesinato fuera de la guerra desafiando toda ley, y las exigencias del gusto son ahora las mismas que las de la suspensión de la culpa."

Estas filosas palabras del escritor latino y apologista cristiano Lactancio, nacido en el norte de África, presumiblemente en el año 245, aparecen citadas por el desopilante narrador de una de las obras más irónicas e incisivas de la tradición moral inglesa: "El asesinato considerado como una de las bellas artes", de Thomas de Quincey. Obra de principios del siglo XIX, el texto habla de una imaginaria sociedad oculta constituida por estetas que, sin necesariamente apoyar el crimen, se declaran diletantes de las bellas formas conque ciertos "artistas" del palo saben y han sabido perpetrar sus obras.

En una clave historica distinta, la réplica de estos preciosos 10 relatos conque el escritor rosarino Reynaldo Sietecase supo recrear hechos policiales actuales, de conocimiento público en el país, tiene como principal interlocutor un criterio ampliamente extendido por el circuito de los medios: la espectacularidad. Este patrón, en cuyo marco los principios de una ética política acorde a las demandas de nuestro tiempo se bifurcan en función de los réditos que la noticia pueda reportar, en tanto que mercancía, pone en crisis la imagen de lo que alguna vez convenimos en llamar Humanidad, virtud pretendida hasta hace un tiempo como única y trascendente, relegada ahora al estatus de tan sólo a un criterio más de evaluación frente a otros, esto, claro, en términos económicos y estructurales. Resumiendo: lo HUMANO parece haberse convertido en un género entre otros, el género de llorar y tener lástima del dolor ajeno. En este sentido, los consumidores de telediarios nos hemos convertido un poco en esos estetas de De Quincey, absorbidos por la espectacularidad conque la pantalla nos presenta sus productos mediáticos asimilados al género "miseria" de dudosa orientación verdaderamente crítica y comprensiva.

Los relatos reunidos en "Pendejos" ofician como un relevo literario para enunciar esa realidad de la que los medios no saben o no les interesa dar cuenta: el alarmante índice de crímenes infantiles en el contexto de un país cuyo proyecto estatal dejó durante demasiados años afuera un margen vergonzoso de ciudadanos en estado de anomia y resentimiento que hoy está volviéndosele en contra.

Los relatos aparecen narrados por diversas voces, testigos, médicos, hermanos, vecinos y protagonistas, todos menores, esta polifonía otorga una pluralidad de perspectivas a la comprensión del entramado de violencia y miseria del que todos somos víctimas y victimarios. Es un texto , además, cercano, ya que uno puede reconocer y leer entre líneas por lo menos dos textos: el cuento en sí, con todas sus prerrogativas estéticas, y el texto social de base, los hechos en sí, todos de extendido conocimiento popular en su versión mediática, caso Junior en Carmen de Patagones, para dar un ejemplo. Gana por lejos esta recreación porque, sin dejar de estar regulada por criterios literarios, orienta una comprención honesta de nuestra contemporaneidad en la que, por ejemplo, la cumbia no aparece demonizada en favor de valores de la alta cultura, ya que esta hace rato que dejó de ser sinónimo de garantía en lo referente a justicia. Sietecase se compromete con verdades más sólidas y puntuales, como la de decir que la música, más allá del prestigio del género al que pertenezca, es indiscutiblemente una coartada para el rescate de muchas personas en estado de marginalidad.

2 comentarios:

BERNA dijo...

ACÁ ANDO FER, RECORRIENDO EL BLOG. TE AVISO QUE SIEMPRE LEO PERO NO MUCHAS VECES COMENTO, PORQUE SINO ME SENTIRÍA MUUY FOTOLOG PONIENDO: "PASÉ, PASATE..." JAJAJA.
INTERESANTE LA CRÍTICA AL LIBRO, ¿LO TENÉS? ME CONVENCISTE AUNQUE PRIMERO TENDRÍA QUE LEER LA NOVELA ORIGINAL A LA QUE REFIERE. UN ABRAZO FER Y PASATE POR EL MÍO QUE PUEDE SER QUE LO QUE POSTEÉ TE INTERESE, YA QUE ENTRAS DENTRO DEL CANON ARTÍSTICO, AUNQUE TE PESEN LOS "CANONES" QUE DENUNCIAS EN "MERTIOLATE"...JAJA
UN ABRAZO

Alejandro Barrios dijo...

"el alarmante índice de crímenes infantiles... hoy está volviéndosele en contra." Me resultó exquisita esa frase.

Compartó la opnión acerca del libro, aunque para entender Sietecase no sólo hace sonar la alarma sobre la crudeza de la marginbalidad producto del sistema capitalista, sino que destaca incomprensión de los tiempos que corren,ya sea en un barrio o en un lujoso departamento.

Saludos!