9/25/2006

Compañia


Mañana
Me despierta el sonido de la puerta cerrándose, mi propia puerta (de quién son las puertas?). Claro, tengo compañía, qué bueno cuando los amigos se quedan a dormir, después de una intensa ceremonia de cervezas y muchísimo Spinetta (ahora por fin tengo la discografía completa en mp3, con jpgs de las tapas de cada álbum y todo). Para mayor alegría hoy no trabajo porque la escuela donde enseño tiene asueto institucional. Mientras preparo el mate llega de la panadería mi copiloto de esta mañana gloriosa de septiembre, con facturas, preparamos el canastito y marchamos a la playa. Ver las cosas familiares en compañía pareciera sacarles brillo: el río, los parques de las fincas que dan al terraplén, los perritos habituales y el fulgor metálico del puente ferroviario. La asequia hasta dió a luz unos cardos margaritas y muy nationalgeográficalmente la acompaña una garza que de tan blanca parece un hoyo de luz móvil. Mate y charla. Estoy a gustito, como dicen los gallegos. La incursión pronto toma un sesgo cientifico en torno a una inquietud que me persigue: ¿las antenas de alta tensión influyen de manera negativa en el ecosistema? Puede que sí, pero podemos comprobar que más allá de que la salvia y otros pastos dan claras muestras de quemazón, los juncos, el ceibo, los patos y los pescaditos funcionan lo más campantes. Quiere decir que el campo eléctrico inside en grados, y este rango no alcanza a modificar la estructura de los seres más crasos y movedizos. Entendemos que debe ser así porque su conducta es más dinámica y mayores sus recursos de adaptación.
Del darwinismo pasamos a los seres superiores, los grandes orangutanes que son nuestros amigos en común. Esos monos sí que no cambian más, decimos. Y sobre el mediodía nos despedimos en la parada del cole.

No hay comentarios.: