Zánganos

El folletín del amor, tal como se venía planteando, se continuará en un próximo número. ahora estoy reportando una urgencia de zánganos y abejas reina, que otra cosa nunca podrán ser las abejas. reinas o nada. patria o muerte. hembras dotadas. hembras activas. hembras que te citan en, por ejemplo, Rosario, para ponerte las esposas y avisparte, a cuenta de merecer mañana, como un macho, los reclamos del estilo: "no nos cuidamos, ¿qué pensás hacer? "
"Macho como sos me podrás abandonar, total a mí que se me llene el interior de amor"( que en las hembras es apenas distinta cosa que una cola, un correlato, de tu historia, de rock, hecha sentido, en el sentido de "sentir", de "sensación", sí, no sólo de "comercio" y "significación")
Me llenaron la cocina de humo, reza la tradición, que no podrá ser más que de ellas, expertas del arte de la progenie, avezadas al calor, atletas de la fundación (fundar es enterrar una vara en la tierra, según me enseñó un doctor, en letras, a cuento de la de Roma, a cargo de Eneas).
Me llenaron la heladera de sentido, dirá el varón, congelado en el teléfono, más pariente del in vitro que..., alfabetizado en notaciones culturales tales como el "embrión". claro, pobre, lo educamos en el reino del objeto, de la realidad separada y lejos, lo educamos al varón para que la biología quede fuera. pero a las hembras, ¿quién las tolera en la academia de ciencias?