Hace rato que está claro, se decía Robertone, saturado, para sí, que para mí ya se ha extinguido el tiempo celeste. Ahora es como si todo se hubiera señido a una abstracta y por lo mismo duradera dimensión, un orden "natural".
¿Qué aprendí? ¿Qué cosa supe o fui a través de las horas de toda una década y media empeñado en conquistar una forma para mi lengua?
1 comentario:
Estamos empeñados en gastar el tiempo, esperanzados, con una ilusión a veces un poco feliz y trabajando para darle forma a la lengua. Fer después de leer este texto me quede pensando. Y no creo que las puntas de las lanzas sean comparadas con una lengua solo por su forma.
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